viernes, 16 de marzo de 2012

Pandilla Basurilla


Sabía que en algún momento tenía que rendir homenaje a muchas personas en mi vida. Y este grupo no podía ser la excepción, es más se lo merecía por muchos motivos. Este es un post dedicado a la Pandilla Basurrilla que me acogió de manera increíble en Madrid.

El nombre del grupo es, si no me equivoco, de total autoría de Maria Bermejo. Holaaaaa !!!! Sí, ella tiene bien marcado el acento español, sobre todo cuando saluda, jeje. De hecho fue una de las primeras personas que conocí en la empresa, Isolux Corsán, a los pocos días de haber llegado. Me apena no recordar exactamente en qué circunstancias la conocí a ella, pero hay una gran posibilidad que haya sido en el bus, como finalmente conocí a todos los demás chicos del grupo.

Luego conocí a Pablo. Gran tipo. También aprendi de él muchas jergas españolas, aunque nunca le agradecí por esas enseñanzas. Aprovecho ahora, Joder Macho, gracias !!! Y gracias por el aventón hacia la estación de metro más cercana, alguna vez que me obligaron a perder el bus por intentar salvar al mundo con fórmulas en el excel. Y por llevarnos a almorzar a ese mall que se supone quedaba cerca, pero que aún así nos perdimos para llegar. No se puede negar que almozar afuera de vez en cuando era algo ideal para despejar la mente.

Y junto con Pablo, teníamos a nuestro compinche de cafés y bocadillos, el gran Juan. El "Master of Invoices", el adorador de Zolomillos, y principal convencido de que la mejor vida era la de un "becario" y/o "erasmus". Era sólo cuestión de tiempo para que se declarase fiel asistente de las reuniones "erasmus" todos los miércoles en los "100 Montaditos". Cabe mencionar que Maria, Pablo y todos los chicos que iré mencionando en las siguientes líneas, estaban totalmente de acuerdo en que la mejor etapa era la del "becario" y/o "erasmus".

Y del mismo ambiente, de la misma sección del eficio, está la indispensable Marta. ( uu uu uuuuu).Muy hábil para andar siempre con una sonrisa y escaparse a conversar con nosotros, a pesar de la jefecita que tenía. Ella siempre me recordaba de buena manera que debía enfocarme en mi tesis y terminarla cuanto antes. Pues Marta, ahora te puedo decir con alegría que terminé la tesis y estoy gozando de las consecuencias.

Y como esto merece una celebración, y si de celebraciones se trata, nadie mejor que el organizador nato Constantino. A él le tengo que agradecer muchos consejos para que yo pudiera desarrollarme en la sociedad española con menos problemas, a pesar del corto tiempo que estuve allá me dio muy buenos consejos y siempre estaba dispuesto a aconsejar y aconsejar. Y gracias por la reunión de Navidad, no he vuelto a asistir a ninguna reunión similar.

Y la novedad para mi en esa reunión fue un trago llamado "Calimocho". ¿Quieren saber de qué estaba computesto? Pregúntenselo a Javier, él sabe como animar la fiesta. Y sobre todo, sabe como entablar conversación con gente en una discoteca para meterlos al grupo y así la fiesta sea mejor, sobre todo si se trata de chicas. Si algún día me escuchan alguna historia sobre que soy turista y que es mi último día en la ciudad, con intención de tomarme fotos con algunas chicas, ya saben de quien lo aprendí.

Y junto con Javier, hay que mencionar a Francisco. Gran cómplice con Javier cuando se trataba de armar la fiesta e incluir extrañ@s al grupo con la intención de amenizar. Espero que te esté yendo bien por allá en Argentina.

Y algunas semanas antes de que terminara mi estadia en Isolux, irrumpió de buena manea en las oficinas la chica nueva de rulos rubios, que aunque pequeña no pasó desapercibida en ningún momento. Alicia encajó en el grupo muy rápido y de muy buena manera, y no faltó en casi ninguna de las reuniones, o cuando íbamos de bares.

Y de un piso arriba, desde otra área que no era ingeniería, pero de la cuál todos dependían, gracias a los buenos vínculos que lograr entablar Constantino, llegó Jimena, para añadir el toque que le podía estar faltando al grupo, con su sonrisa y alegría.

Con todos ellos compartí grandes momentos. Tanto en el bus cada mañana del frío invierno del 2008, desde que me encontraba con Francisco y Alicia en el paradero, y ya adentro con Marta, Constantino, Jimena y ocasionalmente Maria, Pablo y Juan. O sino, en el mismo bus, en las tardes, cuando la gente sólo conversaba de en qué estación nos convenía bajar para llegar de manera rápida a una buena zona de bares.

Siempre estaré agradecido con el gran cariño que me brindaron en esos tres meses. Creo que tuve suerte, mucha suerte de haber llegado a esa empresa justo al mismo tiempo que uds. Y sobre todo más agradecido por las muchas despedidas que me organizaron y por los presentes, o sea, esos detalles son los que nunca se olvidan. Gracias por acogerme como si fuera uno más de uds.

Perdón por las galletas de portugal que no eran de portugal.
María, algún dúa fundaré Burnilux, y tú serás gerenta, no secretaria.

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