jueves, 11 de diciembre de 2008

Electricidad Corporal / Body Electricity

Cuando el frío y el viento cayeron sobre Madrid, no sólo lo sentí por sus efectos lógicos naturales, sino también porque mi cuerpo comenzó a reaccionar de una manera muy extraña para mí.

En un principio le eché la culpa al abrigo que comencé a usar. Creo que la primera vez fue al presionar el botón del ascensor, y esa vez fue realmente leve a lo que es ahora. Luego abrir la misma puerta del ascensor, o al querer abrir la puerta del edificio, o al tocar cualquier metal sentía pequeñas descargas eléctricas.

Pero resulta que no era sólo por el abrigo, porque en el trabajo no uso el abrigo y la electricidad sigue fluyendo de mi cuerpo. Aquí me ha pasado al tocar, sin querer, ciertas partes de la laptop como las salidas USB (fíjense que tienen parte de metal), o sino esos detectores de huella de seguridad. Me ha pasado en la fotocopiadora al rozar, sin querer, algún tornillo. Me ha pasado al tocar las paredes, que no son paredes de concreto de verdad sino son esas propias de oficinas. Así como también en paredes decorativas que tienen bordes de aluminio.

Ya sea que entre a la oficina de la secretaria, o al cuarto de fotocopias, o que me aproxime al sitio de mi jefe, siempre, sin querer, tengo que rozar algo de metal y la expresión de mi cara con el leve lamento que suelto hacen que los demás se pregunten que es lo que me sucede.

Ya a estas alturas las descargas cada vez son más fuertes. Una vez al rozar nudillos con un compañero cuando sacábamos copias. Otra vez al saludar dándole la mano a un ingeniero. Otra vez al saludar a una amiga con un beso, a mí me salió la descarga por el borde de la oreja y a ella por una parte de la ceja, hubo hasta sonido. Y lo más interesante fue cuando quise servirme algo de café en la oficina.

Para abrir la lata de café hay que levantar una lámina de aluminio. La cuchara era plástica, pero con la otra mano sujetaba la lámina de aluminio. Cuando ya sacaba la cuchara llena de café y mientras ésta se aproximaba a velocidad normal hacia la lámina, el café comenzó a salir disparado de la cuchara hacia la lámina. Fue un momento para filmarlo y colgarlo en youtube porque duró casi medio minuto, pero la emoción y preocupación me tuvieron cautivo al hecho. Al final la cuchara terminó con varios rayos de café saliendo por arriba y por abajo, así como queda el cabello de aquellas personas que logran salir vivos de una descarga eléctrica, con el pelo totalmente parado.

Ya probé todos, absolutamente todos los consejos que se dan en Internet para poder resolver este asunto. Finalmente le echo la culpa al clima de aquí, y como finalmente me voy en cuatro días, de nada me vale preocuparme de más, pero tenía que contarlo.

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When the cold and wind came over Madrid, I just didn’t feel them because of their logical natural effects, but also because my body began to behave in a really weird way for me.

At the beginning I was blaming my coat. I think the first time was more than a month ago pressing the button to call the elevator, and that time it was not as strong as it is right now. Then it began happening when opening the metallic door of the elevator, or when opening the metallic door of the building, or when touching any metallic stuff, I was suffering small electrical shocks.

But it is not because of the coat, because inside the office I don’t use it and electricity continues flowing out from my body. Here, I have experimented that when touching, not really wanting, some parts of the laptop, like the USB ports (they have some metal stuffs), or the security fingerprint of it. I have received electricity shock when touching, not really wanting, a screw of the copy machine. It has happened to me when touching walls, which are not concrete walls but those typical walls for offices. And also in those fancy walls used to decorate and make division in the offices, which have some metallic lines.

It is the same if I am entering to the secretary office, or to the copy machine room, or if I go to talk to my boss (there is a metallic small wall division between us), not really wanting, I have to touch something metallic, and the expression of my face with a low cry make people ask what is going on with me.

By now, these electrical shocks are stronger. Once my knuckles and my friend’s crashed when doing some copies. Then when greeting giving my hand to any engineer. Then once when giving a kiss to a friend in her cheek, electricity went out from the boarder of my ear and she received it through her eyebrow, then we could even listen the “crash” sound.

When opening the coffee can there is a metallic cover to pull up. In one hand I had the plastic spoon and in the other one I had this metallic cover. When I was taking out the spoon full of coffee and it was getting closer to the cover in a normal speed, coffee began flying from the spoon to the metallic cover. It was a moment to be filmed and to upload to youtube since it lasted like half a minute, but the emotion and concern didn’t let me do something else but looking at it. The spoon finished with a crazy coffee electrified hair, just as the hair of somebody who has received an electrical shock.

I have tried all, absolutely all the advices that I could find on Internet to solve this issue. Finally I am blaming the weather, and since I am leaving Madrid in four days, it doesn’t worth it to spend time worrying more about it, but I wanted to write it down anyways.

2 comentarios:

Sylessa dijo...

Yo estoy empezando apadecer cosas asi,buscando en internet di on tu post... q haces p evitarlo! esto no es vidaa!!!

Fernando Burneo dijo...

Hola Sylessa
Pues yo te recomendaría que te fijes mucho en el clima en el que te desenvuelves hoy en día. Yo llegué a esa conclusión, ya que madrid tiene un invierno seco. Ya que esto me comenzó a suceder una vez que la temperatura bajó cerca de los cero grados. Un mes antes, cuando aún habían lluvias y hacía calor no me pasaba eso.
Con el frío, vino el clima seco, aparte que comencé a usar ropa de invierno.
No creo que haya sido un desorden corporal. Porque como menciono en mi post, a los pocos días ya me tocaba dejar Madrid, y desde que salí de allí no me ha sucedido nuevamente tan seguido.
Sólo un par de veces en el gimnasio, pero creo que debido al aire acondicionado junto con los polos sintéticos de deporte.
Como ves , tiene que armarse las condiciones para que suceda esto : también conocido como electricidad estática.
Cuéntame que es lo que te está sucediendo de manera más detallada en caso puedas.
suerte